Dónde está la libertad y la independencia si escribimos para ser leídos, necesitamos la aceptación general o el odio, vivir en otros, y compartir lo más íntimo como algo único que si no se lee muere. Deseamos ser reconocidos y entendidos, reclamar la esencia de nuestra personalidad e historia sin entender de repercusiones. Vendemos nuestra verdad al mejor lector, quien sea y de donde sea, sin saber de donde beben y viven nuetras fuentes. Sólo somos personajes en busca de un autor: voces sin palabra, textos sin ideas. Somos lo que quieren que seamos. Sólo soy yo cuando callo, porque estoy como ausente; pero pienso y siento la gran revolución, mi evolución.